Joaquín Balaguer, el último Presidente títere del tirano Rafael Leonidas Trujillo, regresó al poder en 1966 cuando él y su Partido Reformista ganaron las elecciones al profesor Juan Bosch y al Partido Revolucionario Dominicano. El triunfo de Balaguer, apadrinado por EU, constituyó la consolidación de la cultura política trujillista. Se mantuvo en el poder hasta 1978.
Las elecciones del primero de junio de 1966 permitieron el regreso al poder de Joaquín Balaguer, uno de los intelectuales y cercanos colaboradores del dictador Rafael Leónidas Trujillo, pero también el hombre a quien el Gobierno de los Estados Unidos escogió como su candidato preferido y por el que invirtió en la campaña cuantiosos recursos económicos a manos sueltas.
Con Balaguer en la Presidencia retorna el neotrujillismo, modelo con el que ejerció el poder de 1966 a 1978. En ese período puso en ejecución viejas prácticas del trujillismo: muertes, apresamientos y desapariciones de los contrarios a sus ideas, en su mayoría constitucionalistas, antitrujillistas y comunistas.
La decisión de los yanquis era que Balaguer le ganara los comicios al profesor Juan Bosch, expresidente derrocado en 1963, acontecimiento que degeneró en la guerra civil de abril en 1965, en reclamo del retorno a la constitucionalidad sin elecciones. Ese hecho también fue pretexto para la intervención de 42 mil marines estadounidenses al territorio dominicano.
La decisión del Presidente norteamericano Lyndon B. Johnson, a las pocas horas de iniciada la guerra civil dominicana de 1965, de que el próximo Presidente de la República Dominicana debía ser Joaquín Balaguer y sobre su autorización a la CIA, al FBI, a los boinas verdes del ejército de ocupación y al embajador Ellsworth Bunker para que iniciaran acciones, muchas de ellas secretas, que indujeran al pueblo dominicano a elegir en junio de 1960 al que había sido Presidente del dictador Rafael Leónidas Trujillo, escribe Bernardo Vega en la introducción de su libro Cómo los americanos ayudaron a colocar a Balaguer en el poder en 1966.
Todas las estrategias diseñadas por el Gobierno de Estados Unidos le resultaron exitosas al lograr que Balaguer, candidato presidencial del Partido Reformista (PR) y otras dos fuerzas aliadas, derrotara a Bosch, candidato de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y Revolucionario Social Cristiano (PRSC). En esas elecciones se enfrentaron por primera vez dos figuras antagónicas. El tercer candidato presidencial que participó en esa contienda fue Rafael F. Bonelly, postulado por una coalición de partidos.
Hechos trascendentales. A las elecciones de 1966 le precedieron una serie de hechos, tales como el desplazamiento de Balaguer del Consejo de Estado, en 1962; la preponderancia en el Consejo de Estado, que duró del 18 de enero de 1962 al 27 de febrero de 1963; el derrocamiento de Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963; la creación del Triunvirato, que gobernó desde el 26 de septiembre de 1963 hasta el 25 de abril de 1965; la posición favorable para Elías Wessin y Wessin y el Gobierno del general Antonio Imbert Barreras durante la guerra civil.
Además, la influencia en la elección de Héctor García Godoy como presidente provisional de la República a través del llamado grupo empresarial de Santiago y finalmente el apoyo a la candidatura de Balaguer frente a la de Bosch, en 1966. Balaguer se juramentó como el Ejecutivo número 70 desde la Independencia Nacional, el 27 de febrero de 1844, iniciándose así los 12 años de la Era de Balaguer. Gobernó con una población, calculada en 1965, de 3 millones 356 mil personas.
La campaña electoral. En la campaña Balaguer se desplazaba por todo el país promoviéndose como el candidato de la paz, de el nuevo amanecer y con los símbolos de su partido, el gallo y el machete verde y con sus lema ni injusticias ni privilegios y la revolución sin sangre.
En tanto, Bosch difundía sus mensajes por la radio y la televisión por temor a ser asesinado. Contaba con el programa radial Tribuna Democrática, órgano de difusión del PRD.
En tanto, Balaguer copó los medios impresos. Las publicaciones de espacios pagados en páginas completas eran frecuentes. Basaba su campaña en recordar las medidas que adoptó cuando estuvo en el poder de 1960 al 1962. Produjo rebajas ínfimas de precios de varios artículos comestibles como el arroz, el aceite y la leche, entre otros.
Denuncias y acusaciones. El desarrollo de la campaña electoral fue de acusaciones y contra acusaciones. Balaguer denunció la comisión de fraudes en la expedición de cédulas para jóvenes sin edad de votar y el uso de vehículos oficiales. Mientras Bosch acusaba a Balaguer de haber gastado RD$20 millones que fueron confiscados a los Trujillo.
Por lo violenta que se estaba tornando la campaña, Balaguer propuso un pacto de caballeros entre el PRD y el PR para que quien perdiera las elecciones no obstaculizara sistemáticamente al candidato ganador. Bosch denunciaba que el PR tenía a su servicio personas que trabajaron en falsificación de documentos y que destruían y alteraban su propaganda.
Los partidarios de Bonelly, en su mayoría provenientes de sectores conservadores, que pertenecieron a la Unión Cívica Nacional, prefirieron olvidar sus rabiosas posturas antibalagueristas de 1961 y 1962 y seguir a Balaguer y al PR.
El temor a que Bosch desarrollara un Gobierno de corte izquierdista aglutinó en torno a Balaguer tanto a la corriente natural que le seguía como a sus antiguos rivales antitrujillistas.
La represión contra los constitucionalistas colocó al PRD en una situación difícil, imposibilitado de realizar una campaña electoral eficiente. Balaguer, bajo la protección de las tropas yanquis, recorrió libremente todo el país con un mensaje nuevo y esperanzador.
Tanto Bosch como Balaguer, en distintos momentos, amenazaron con retirarse del proceso electoral.
Candidatos y partidos. El binomio Bonnelly-Fernández era sustentado por Vanguardia Revolucionaria Dominicana, Partido Nacionalista Revolucionario Democrático, Unión Cívica Nacional y Acción Revolucionaria. En cambio, Balaguer y Franscisco Augusto Lora fueron postulados por el PR y los partidos Liberal Evolucionista, Unión Cívica Nacional, Demócrata Cristiano y Progresista Demócrata Cristiano.
Mientras que Bosch y su compañero de boleta, Silvestre Antonio Guzmán Fernández, fueron candidatos del PRD y del PRSC.
Balaguer obtuvo 775,885 votos para un 57%, mientras Bosch logró 525,230 votos, para un 37%. Bonelly alcanzó 39,535 votos.
El Movimiento 14 de Junio sugirió a su militancia votar por el PRD, pero Bosch rechazó el apoyo.
Bosch impugna elecciones. La JCE expidió los certificados correspondientes a los triunfadores el 21 de junio de 1966. Pocos días después, el PRD y su aliado PRSC impugnaron parcialmente las elecciones en unas 189 mesas electorales con un total de 68,919 votos. Esas impugnaciones no tuvieron éxito, además de que en materia de elección nacional no variaban los resultados. El Senado de la República quedó compuesto por 22 senadores por el PR y 5 por el PRD. La Cámara de Diputados por 48 reformistas y 26 perredeístas. En los municipios, el PR obtuvo victoria en 64 y el PRD en 13.
Crónicas de la época indican que los observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) reportaron que los comicios fueron considerados como honrados para el país, por la limpieza con que fueron efectuadas.
Los protagonistas
Joaquín Balaguer
Candidato Presidencial del PR
Su programa de Gobierno estaba dividido en cuatro plataformas: Social, Económica, Política y Cívico Moral. Prometió la inmediata reducción del costo de la vida, una asistencia social amplia, la intensificación de la Reforma Agraria y el inicio inmediato de un plan de construcción de viviendas y hospitales para los más pobres. Además, la construcción de hospitales, reducción de los intereses de los créditos al sector agrícola, abolición de todos los impuestos y recargos que afecten el comercio, la industria y la agricultura, aumento de la productividad agrícola nacional y ganadera, protección de los productos básicos, estímulo al desarrollo industrial, supresión de todo privilegios o monopolio, creación de la carrera judicial, revisión del presupuesto nacional, abolición de los déficits fiscales y un plan progresivo de aumento a losd fondos presupuestales de Agricultura, Recursos Hidráulicos y el departamento de Educación.
Juan Bosch
Candidato presidencial del PRD
Planteaba en su programa de Gobierno dar continuidad a los proyectos que inició en su efímera gestión de 1963, destacándose la instalación de industrias con una inversión total de RD$50 millones, la aplicación intensiva de la reforma agraria, la construcción de presas y caminos vecinales, proseguir la política de fijación de precios a los productos agrícolas, préstamos a pequeños productores sin más garantía que su conducta moral, creación de un código tributario que reduzca la cantidad de impuestos, derogación de impuestos que afecten la industria la agricultura y la minería, la inversión de RD$40 millones para acueductos urbanos, continuar el plan de sistema hospitalario, organizar la escuela nacional para el desarrollo, el retiro de las fuerzas militares extranjeras, establecer la carrera administrativa, dar garantías a la independencia nacional y restablecer la constitución de 1963.
Rafael F. Bonelly
Candidato presidencial de VRD
Su plan de Gobierno lo dividió en realizaciones sociales, políticas y económicas. Planteaba la implantación inmediata de un severo plan de austeridad, estímulo a la auto ayuda, repudio a la abolición de la propiedad privada, promoción del trabajo, llevar la ciudad al campo y fomento del deporte. Asimismo, fortalecer la autoridad del Estado, dentro de un régimen democrático, aumentar la labor cívico social de las Fuerzas Armadas con su exclusiva misión de defensa de la soberanía nacional, tecnificar a la Policía Nacional, respetar la libertad de prensa, las funciones y cargos del Estado se conferirán de acuerdo con las necesidades del Estado. Exigir el retiro inmediato de las fuerzas extranjeras en los asuntos dominicanos, la convocatoria de la asamblea constituyente y la elaboración de una Carta Magna. En materia económica contemplaba promover el aumento masivo de la producción nacional, hacer una reforma tributaria e impulsar una reforma agraria.
La JCE de 1966
La Junta Central Electoral (JCE), que organizó las elecciones de 1966, estaba presidida por Ángel María Liz y sus miembros titulares Darío Balcácer y Álvaro A. Arvelo.
Desarrolló una agresiva campana publicitaria, especialmente a través de los medios impresos de la época, en la que se motivaba el voto. También lo hicieron personalidades como el entonces pelotero de Grandes Ligas Juan Marichal y empresas privadas como E. León Jimenes.
La JCE dispuso la impresión de 40 millones de boletas electorales y el número de mesas electorales se estimaba en 3,400.
La OEA asignó US$60 mil para el envío de observadores electorales. El Gobierno acuarteló a los miembros de las fuerzas armadas y por decreto creó la policía electoral. La Carta Pastoral manifestaba que la iglesia desaprobaba la violencia en el proceso electoral.
La población con derecho al voto fue de 1,596,188, se computaron 1,345 404 votos válidos y hubo un porcentaje de abstención de 16%.